Un legado musical de proyección digital

Compartimos la nota de Leandro Arteaga, publicada por el diario Rosario|12. El sello nacido en Paraná despliega su catálogo en plataformas digitales y propone escuchas colectivas, a partir de la tarea iniciática de Carlos “Negro” Aguirre.
Nota en Rosario 12

La relevancia del sello discográfico Shagrada Medra suma 30 años de trayectoria y un catálogo de artistas y compositores insignes. La novedad de estos días está en su reformulación digital, que tendrá vías de acceso en plataformas como Spotify y YouTube Music. La apuesta agrega una actividad por lo menos magnífica: a partir del miércoles próximo a las 22, se organizarán escuchas colectivas en el Canal de YouTube de Shagrada Medra. El primer disco elegido es Crema, de Carlos “Negro” Aguirre, uno de los impulsores del proyecto.

Para la música del país -sin olvidar que Shagrada Medra incluye a artistas de otras latitudes, como Chile y Uruguay-, el sello nacido en Paraná es un lugar de referencia, cuya historia y músicos pueden consultarse en su sitio web: https://shagradamedra.com.ar/. “Esto no sólo es un cambio de estado del sello, sino la gestación de un colectivo, que es lo que siempre soñamos. Gracias a la tecnología, ahora tenemos otras posibilidades y nos podemos reunir todos. Eso es algo hermoso”, distingue Carlos Aguirre a Rosario/12.

-El momento obliga a pensar otras posibilidades, también hay un cambio de paradigma que afecta a la música, ¿no?

-Es un momento difícil, de volver a pensarse, y te diría que más allá de la música. Es una suerte de reseteo, donde pensar cómo se quiere vivir. Creo que esto es fundamental, en el sentido de que esto está pasando por algo, por una desidia de la especie humana. Es algo que nos obliga a todos, más allá del oficio que tengamos. En este sentido, entra también nuestro quehacer musical. Las experiencias que uno va teniendo inciden en cómo va a sonar la música, todo eso va a impregnar nuestras composiciones, y sobre todo los textos. No se trata sólo de cómo resolvemos la situación laboral, sino cómo nos paramos dentro del mundo. Y dentro de eso, cómo volvemos a pensar nuestro oficio. Allí aparece el tema de la distribución a través de las tiendas digitales, que tiene una vuelta económica tal vez no voluminosa, pero significa un ingreso.

En este sentido, el músico distingue lo oportuno de “ponernos al día con estas cuestiones, algo que surgió también a partir de que la cuarentena permitió un espacio temporal que no teníamos, se aquietó todo, no pudimos salir a tocar y viajar, y así apareció en mí este deseo. Empecé a buscar compañeros para desarrollar esa tarea, y aparecieron Matías Beltramino y Guillermo Hergenrreder, con quienes estoy muy agradecido por su trabajo”.

-Una tarea que obliga a repasar todo el catálogo.

-El proceso es muy emocionante, porque uno revive cada uno de los discos al preguntar a cada artista sobre la ficha técnica, acordarnos de la instancia de grabación de cada uno, y darnos cuenta de que tenemos un montón de material. Hay cosas muy valiosas, discos que son documentos, de gente que ya no está, como es el caso de Aníbal Sampayo. Hay gente de mucha valía, referencial, no sólo en su labor artística sino desde su tarea cívica, de militancia importante a través de la canción y de su propio accionar.

En el catálogo destacan muchos rosarinos, como Myriam Cubelos, Martín Neri, Claudio Bolzani, Fernando Silva, Jorge Fandermole y Ethel Koffman, a quien el proyecto la llena de expectativas, porque “esto nos puso en un lugar en donde si no hay una fuerza colectiva, no se puede hacer mucho. Todos estamos apuntalando para que algo crezca, y eso me emociona, porque venimos de una etapa de mucho individualismo”.

Koffman reconoce su “resistencia personal con lo virtual, pensaba que nunca iba a subir mis discos a Spotify, pero eran excusas que me ponía para no aggiornarme con las nuevas tecnologías y las maneras de difundir la música. Celebro muy contenta esta iniciativa. El Negro es una persona necesaria, porque tiene una mirada que convoca y siempre desde lo inclusivo, desde el amor puro. Aquí hay un objetivo en común y sin pensar en el rédito personal, y me gratifica estar en un lugar en donde la pequeña acción de cada uno puede beneficiar al resto”.

Justamente, el disco desde la cual comenzar las escuchas colectivas -el miércoles próximo a las 22- es Crema (Shagrada Medra, 2000). Sobre la actividad, Aguirre comenta que se trata de una “modalidad donde se habilitará un chat, para que la gente pueda interactuar con cada artista y preguntar lo que desee. En este primer lanzamiento va a estar Pamela Villarraza, quien hizo las acuarelas de ese disco, y también Iván Tarabelli, encargado de la mezcla y a quien debemos gran parte del resultado sonoro”.

Finalmente, la certeza de saber que lo que se hace perdura, pero hay que cuidarlo. Como señala Aguirre, “pensarlo como un acervo, un legado, un testimonio de gente haciendo artes en un momento de la existencia y en un lugar. El arte es una crónica de su tiempo”.